El 28 de mayo del ´46 llega el ingeniero francés Emile Dewoitine al país, fue contratado por la Secretaría de Aeronáutica, y junto con ingenieros y técnicos argentinos, entre ellos el Com. J. L. San Martín (director del Instituto Aerotécnico), E. Cardeilhac, Norberto Morchio y Humbereto Ricciardi, conforman la División de Proyectos Especiales N°1, dedicada a la investigación y desarrollo de aeronaves de alta velocidad.
El 9 de agosto del ´47 despegando desde una de las pistas de la Escuela de Tropas Aerotranportadas en Córdoba, el prototipo del I. Ae. 27 Pulqui, piloteado por el 1° Teniente Edmundo Weiss, efectúa un vuelo de 10 minutos, convirtiéndose la República Argentina en el 9° país en poseer una aeronave de reacción de concepción autóctona. Si bien ciertos detalles del avión, como el diseño a la deriva y la posición adelantada de la turbina, denotaban que el Pulqui era la modificación de una máquina propulsada a pistón, el aparato marcó el inicio de los estudios en el país de diseños propulsados por reactor. Luego de las primeras pruebas de vuelo sin grandes inconvenientes, se redujo la envergadura en 75 cm. con el fin de aumentar la velocidad, menor a la estimada, ya que se había obtenido una velocidad máxima de 720 km/h en contraposición a los 850 km/h estimada.
Su vida en servicio fue corta debido a la llegada de información científica novedosa y de conocidos técnicos extranjeros, lo que trajo como consecuencia la creación del I. Ae.33 Pulqui II, que superaba ampliamente las prestaciones del Pulqui. Luego del primer vuelo, el 22 de septiembre del´47 Weiss lo lleva en vuelo hasta Buenos Aires, presentándolo en vuelo al Presidente de la Nación. El 8 de octubre del 48´se realiza la presentación oficial del mismo. En marzo del ´56 se lo retira de servicio.
La primera vez que volé fue en el avión de mi abuelo, desde ese momento quedé fascinado. Unos 12 años después y algunos pesos más estoy construyendo el mío propio, es un planeador de madera de 1928 vuela a una velocidad de 50 km/h aproximadamente, es monoplaza y fue diseñado por alemanes al final de la Primera Guerra Mundial, afectados por el tratado de Versalles se dedicaron a la aeronavegación sin motor.
Elegí esto porque es barato, fácil de construir y fácil de volar y no se necesita licencia. Si algún loco necesita los planos y ayuda... con gusto se las daré.
(Gustavo Diaz 3° A)